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Dos temas determinarán las próximas elecciones generales en Trinidad y Tobago; la raza no es una de ellas. El tema número uno será la economía. Independientemente de la posición política de uno, uno se inclinaría a votar por alguien que, en su opinión, le permitiría poner comida en la mesa y cubrir sus gastos mensuales. El segundo tema es el crimen.
Los inversores, los dueños de negocios y el hombre común quieren tener una sensación de seguridad mientras enfrentan sus desafíos diarios. El partido que convenza a la población de que puede cumplir con estos dos temas ganará las próximas elecciones generales.
Veamos qué se necesita y quién está mejor preparado para cumplirlo. La economía requeriría nuevos inversores, requeriría inversiones en una serie de áreas, manufactura, agricultura, turismo, servicios marítimos y asociaciones comerciales con socios internacionales en el sector energético.
Se debe considerar la posibilidad de asociarse con Guyana, donde Trinidad y Tobago pueda refinar su petróleo y utilizar su gas. Debe haber un desarrollo en infraestructura que requerirá préstamos para construir caminos y autopistas y proyectos de vivienda masivos. Debe haber una reactivación de la actividad económica que sea estratégica.
El área del crimen requerirá nuevas leyes para abordar la violencia armada y un enfoque estratégico para la pena por asesinato que implemente la pena de muerte o revise la pena a cadena perpetua sin libertad condicional. Deben existir enfoques policiales modernos con agentes específicamente capacitados para hacer frente a la violencia armada y las pandillas, el uso de drones de vigilancia debe ser generalizado y debe haber inversión en Deportes y otras actividades económicas que sean una alternativa viable a la vida criminal.
Los dos principales partidos políticos no parecen tener el personal, la visión, el compromiso o la voluntad para hacer lo necesario para abordar eficazmente los dos principales desafíos del país. No hay ningún incentivo para que lo hagan, ya que pueden ganar si convencen a sus seguidores de que el otro es corrupto o si pueden culpar al otro de la división racial.
El desafío es que surja una alternativa viable a estos dos partidos y que dentro de unos meses convenza a la población de que tienen el personal, la estabilidad estructural y el compromiso para hacer los cambios necesarios para mejorar las vidas de todos los habitantes de Trinidad y Tobago. Tabago. ¿Puede suceder? ¡Solo el tiempo lo dirá!
Alternativamente, la población ya sabe qué esperar de los dos partidos principales.
Dios bendiga nuestra nación
Steve Álvarez